martes, 4 de junio de 2013

La lactancia; tu leche es oro blanco

Cuando estaba embarazada tenía claro que daría el pecho a mi hija, lo que no sabía es que costara tanto!

Cuando veía a una mujer dar el pecho parecía una actividad fácil, pero como todo en la vida requiere de un entrenamiento. Tanto para el bebé como para la mamá es un proceso donde los dos van aprendiendo. 

Nada más nacer y en los primeros días maman cada dos horas. Al principio es desesperante porque al bebé le cuesta engancharse y eso puede frustrar a la mamá. Es fundamental tener paciencia porque es fácil abandonar la lactancia materna cuando las cosas no salen como una quiere. Y también porque duele. No siempre, pero el bebé tiene que engancharse de una forma concreta, abarcando la areola y no cogiendo solo el pezón, pues ahí ves las estrellas de dolor y aparecen las primeras grietas. Yo descubrí un mundo con las pezoneras. Gracias a ellas se terminaron los dolores y ahora podemos gozar las dos!

En una semana o dos los dos seréis unos expertos y le podrás dar de mamar en cualquier sitio. Porque los primeros días en el hospital con todas las visitas es muy difícil dar el pecho. Aconsejo que se eche de la habitación a toda la gente para que la mamá esté tranquila. No es cómodo ser observada y siempre hay "entendid@s" dando consejos...SI NO LOS PEDIMOS NO NOS LOS DEIS!!!

Aunque cueste tanto al principio merece la pena. La conexión que consigues con tu bebé cuando vuestras miradas se cruzan es brutal. Ya no solo en el plano sentimental, también en el económico. Dar el pecho es gratis y además te olvidas de la lata de preparar los biberones, esterilizarlos, etc. 

Pero por otro lado es bastante esclavista.  Al ser a demanda prácticamente no puedes separarte del bebé. Para momentos concretos es ideal sacarse leche y así otra persona puede darle el biberón. Hay que tener en el congelador una buena reserva de nuestro oro líquido. 

Pero, ¿hasta cuando damos el pecho? Muchas veces no depende de lo que queramos sino de lo que podamos. Con la temprana incorporación al trabajo se hace difícil o casi imposible mantener en exclusiva la lactancia materna y muchas mujeres optan por la mixta. Por las noches, y por comodidad, dan el pecho y por el día biberones. 
Los médicos aconsejan como mínimo 6 meses. 

Porque todo son beneficios aconsejo a todas las mujeres a que den el pecho a sus hijos. Pero si no se puede, por diferentes motivos, no pasa nada porque tu hijo se críe con polvos de leche pues cada vez están más conseguidos. 

Aún así, VIVAN NUESTRAS TETAS!!!

Benditas las mujeres!

1 comentario:

  1. Me ha encantado tu entrada. Dar el pecho es lo más bonito que yo he hecho en la vida, después de tener a mi niño, claro. Al principio cuesta, pero luego es maravilloso. Yo se lo durante 20 meses y se lo quité con mucha pena porque cuando el niño va creciendo es cada vez más genial dárselo. Es precioso, aunque hay momentos duros (cuando les salen los dientecitos, jeje), pero ha sido genial, fantástico.
    ¡Un beso!

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