martes, 30 de julio de 2013

Donar leche materna

Al igual que se pueden donar sangre u órganos, las madre podemos donar nuestra leche. Son cada vez más los niños que nacen prematuros y diversos estudios han demostrado los beneficios de la leche materna en los primeros días de estos recién nacidos. Es más fácil de procesar que la leche artificial, disminuyen los problemas intestinales y digestivos y garantiza un mejor neurodesarrollo. 



En Madrid el Hospital 12 de octubre abrió su primer banco de leche en 2007 y son muchas las madres que se han acercado a donar. Solo hay unos requisitos para hacerlo; estar sana, no ser fumadora ni consumir alcohol o drogas y no padecer ninguna enfermedad. Por supuesto la leche pasa por unos procesos sanitarios para garantizar su viabilidad. 
En la página de la Asociación de Pediatras explican con todo detalle cómo puedes donar tu leche. 
http://www.aeped.es/banco-leche-humana-hospital-12-octubre-madrid

La leche materna para estos bebés prematuros es más un medicamento que un alimento. Muchas mamás cuyos bebés han sido alimentados por leche donada vuelven al hospital a donar la suya como agradecimiento. 

La donación y la distribución es gratuita. Y una pequeña aportación puede salvar vidas. 

sábado, 27 de julio de 2013

Mucho más que mamás

El otro día alguien me pregunto que a qué me dedicaba. En el momento en que respondí que no trabajaba me arrepentí. Me di cuenta de que aunque estoy de baja maternal soy mucho más que una mamá. Así que aquí dejo mi presentación:

Soy chef; creo y elaboro el menú para una residencia con tres personas. Soy ama de casa; mantengo limpio y ordenado el hogar. Soy gerente; me ocupo de la organización y gestión de todos los temas domésticos. Soy community manager; creé y actualizo un blog y una comunidad virtual sobre embarazadas y mamás. Soy contable; llevo con orden las cuentas del hogar. Y la que más me gusta, soy mamá, una muy feliz mamá. El trabajo de mi vida. 

Nunca un trabajo que exigía 24 horas había sido tan gratificante. Me encanta que mi despertador sean las risas de mi niña. Y aunque no me haga tanta gracia levantarme a las 5 de la mañana para darle la toma de la noche, todo se compensa cuando veo su carita enganchada en mi pecho. 

Cuando era pequeña y me preguntaban que qué quería ser de mayor nunca habría contestado que mamá. Mi vocación periodística era tan intensa que no me veía haciendo otra cosa. Pero ahora que he encontrado un equilibrio entre lo que quiero y lo que tengo puedo decir en voz alta:

TENGO EL MEJOR TRABAJO DEL MUNDO. SOY MAMÁ.