Siempre con buena intención amigos y familia quieren visitar a los nuevos papás y ver al recién nacido, pero hay que tener en cuenta que a veces las buenas intenciones se convierten en impertinencias. Por eso hay que tener claro lo siguiente:
- no acudas al hospital salvo que los papás te lo pidan.
- no lleves a tus hijos. Ya tienen suficiente con el recién nacido como para que haya niños correteando por la habitación.
- no ir en "manada". El ambiente de la habitación se carga y los papás no pueden atender a todos.
- no des consejos salvo que te los pidan. No bombardees a los papás con lo que tú hacías o dejabas de hacer con tu recién nacido.
- da intimidad a la mamá si está dando de mamar. No es agradable que la gente te esté mirando mientras das el pecho, sobre todo al principio que ambos están aprendiendo.
- no acoséis a los papás con llamadas. Los primeros días son una locomotora de emociones y tareas y aunque quieras darles la enhorabuena son tantas las llamadas que pueden agobiar. Espera unos días y te lo agradecerán.
- pregunta al papá si necesitan tu ayuda para hacer algún trámite. Con tanto jaleo a veces no tiene ni tiempo para comer y acercarle algo de comida puede ser una gran ayuda.
- si tienes coche puede que te necesiten a la salida. Muchas visitas vienen cargadas de regalos y entre bolsas y flores no hay quien cargue todo eso.
- aunque el nacimiento del bebé es lo que nos lleva a hacer la visita no olvides a la mamá. Ella ha hecho todo el trabajo y estará cansada y llena de emociones. Ten un detalle con ella y te lo agradecerá.
- por último, el buen visitador irá siempre antes de las 20:00 y no se quedará mas de 10 minutos.
Sigue estos consejos y serás siempre bien recibido.